25.10.06

(11) Nueva Carrera Pública Magisterial

11.1. Para evaluar a los docentes para su ingreso y permanencia en la Carrera Pública Magisterial, así como para la asignación laboral ¿de dónde partimos?

Ideas para una nueva CPM.

El proceso de revalorar al maestro, mejorar su imagen y su profesión fue comenzado en el 2002, con un valioso estudio que bosquejó una Propuesta de Carrera Pública Magisterial. Posteriormente, en el 2004, una Comisión Especial elaboró la Propuesta Técnica de Ley de Carrera. Sus ideas fueron consultadas y debatidas, después de recibir sobre ellas la opinión calificada y escrita del Consejo Nacional de Educación. El Ministerio de Educación organizó diálogos con el Grupo Impulsor del Pacto de Compromisos Recíprocos por la Educación del Acuerdo Nacional, con líderes de opinión, con organizaciones gremiales y con organizaciones sociales. Analizados los aportes recibidos elaboró un Proyecto de Ley de Carrera Pública Magisterial que mereció el voto aprobatorio por unanimidad del Consejo de Ministros, siendo presentado al Congreso a inicios del año 2006 sin llegar a ser debatido ni aprobado[1].

Derecho a la educación.

Existe la necesidad de establecer criterios claros en cuanto a los docentes que ingresan, así como a la práctica de quienes ya se encuentran en servicio. El derecho de los sujetos que enseñan (los docentes) debe conjugarse con el derecho de los sujetos que aprenden (los estudiantes). Una adecuada evaluación para el ingreso y permanencia en la Carrera Pública Magisterial es un prerrequisito indispensable.

¿Qué docentes formará la nueva CPM?

Según el Informe ‘Nueva Docencia en el Perú’, en el marco de una nueva carrera pública, un perfil docente basado en competencias emergido del diálogo y el consenso, puede cumplir dos funciones importantes en el mejoramiento de la profesión: una función articuladora entre la formación inicial y la formación permanente y una función dinamizadora del desarrollo profesional a lo largo de la Carrera, así como de la profesión misma[2].

11.2. Para lograr vincular los ascensos e incrementos salariales al desempeño profesional y las condiciones de trabajo ¿de dónde partimos?

Aspiraciones laborales y profesionales.


En el estudio ‘Nueva Docencia en el Perú’ se revelan algunas opiniones destacables de los docentes sobre su ocupación laboral:

- Un 20,4% de docentes desea seguir en su puesto actual.
- Un 24,6% desea ocupar cargos de dirección y gestión.
- El 10,6% desea hacer lo mismo que hace ahora pero en otra institución.
- El 32,5% desea otra actividad profesional en el ámbito educativo.
- Un 7,7% desea dedicarse a otra ocupación.
- El 1,9% desea jubilarse[3].

Sueldos.

En julio del 2006, el promedio de maestros tiene una remuneración líquida de 1057.27 nuevos soles, pero esta media debe crecer a 1087.29 a partir del setiembre 2006. En 1998, la remuneración mensual de un maestro del sector público era de 652 soles, mientras que la de un maestro del sector privado era de 1004 para hombres y de 1439 para mujeres[4]. De julio de 2001 a julio de 2006, el promedio de maestros recibió aumento de 422 soles. En el 2005 y 2006 se dieron incrementos diferenciados, según tenencia de título, de algunos estudios y de cargos.

¿Para cuánto alcanza el sueldo del docente?

Esta importante recuperación de la remuneración docente viene luego de una drástica disminución ocurrida en las décadas anteriores. Díaz y Saavedra[5] indican que hacia fines de los años noventa el salario de un docente al inicio de su carrera era sólo 30% de lo que habría percibido en 1945, mientras que Chiroque[6] afirma que en agosto del 2002, el salario de los docentes podía adquirir 52% de lo que compraba en 1942 y sólo le permitía cubrir 40% del valor de la canasta familiar.

Hasta diciembre del 2005, el poder adquisitivo docente había mejorado en 35% desde el ingreso del Gobierno de Toledo. Con el incremento dado en el año 2006, el promedio de maestros habrá mejorado en un 39% su capacidad de compra. Sin embargo, históricamente el magisterio sigue añorando su capacidad de compra de hace 40 y 50 años[7]. Según la Unidad de Estadística del MED, la Canasta Básica Familiar se calcula en 1.800 soles y la mayor remuneración promedio de un docente cubre únicamente el 50% de ese monto y la menor no llega sino a cubrir el 38% (nivel de pobreza).

Incentivos y bonificaciones.

Según datos del MED, el 77% de los docentes en actividad cobran bonificación diferencial o el incentivo por trabajar en zonas rurales o de frontera. Unos 521 maestros que participaron en grupos focales indicaron que esperarían recibir por trabajar en zonas rurales ubicadas a menos de dos horas de la capital de la provincia 650 soles mensuales como incentivos. Unos 64 docentes dijeron que si la escuela se ubica entre 2 y 5 horas, además de contar con servicios de saneamiento esperarían cobrar como incentivo unos 748 soles, y si no tiene saneamiento unos 258 maestros dijeron que pedirían cobrar unos 610 soles[8].

Dificultades para cobrar.

El 11% de los docentes encuestados que trabajan en zonas rurales no cobra personalmente su sueldo, y el 71% de ellos tiene que pagar una comisión de orden del 10% al 15% a la persona encargada de cobrarlo, pago que supera la bonificación otorgada por trabajar en zonas especiales. Según APOYO, en el año 2001, el 90% de los docentes que trabajan en zonas rurales, atribuyen gran importancia a la posibilidad de ser asignados a escuelas urbanas. Un 46.6% de docentes rurales preferiría trabajar en zonas urbanas[9].

Contratos y nombramientos.

De 44.433 directores, 37.611 son nombrados y 6.832 son contratados. De 4.479 subdirectores, 4.152 son nombrados y 327 son contratados[10]. En el año 2001 se registró 290.974 docentes pagados por el Estado, sin embargo ese mismo año existían solamente 278.892 plazas docentes.

Condiciones de trabajo docente.

Nueve de cada diez maestros estaría de acuerdo en disponer de tiempo para sistematizar sus experiencias pedagógicas y realizar una labor de equipo con sus demás colegas. A las tres cuartas partes le gustaría diversificar la profesión de modo de poder cumplir funciones diferentes y casi la mitad de ellos se ven obligada a tener una ocupación adicional.

- Sistematizar experiencias. Un 26,0% está muy de acuerdo con disponer de tiempo para sistematizar la experiencia docente, un 63,7% está de acuerdo, un 7,5% en desacuerdo y un 0,8% muy en desacuerdo.

- Trabajo en equipo. Un 27,7% está muy de acuerdo con ampliar el tiempo y posibilidades de trabajo en equipo, un 59,8% está de acuerdo, un 9,9% en desacuerdo y un 1,3% muy en desacuerdo.

- Diversificar la carrera. Un 24,7% está muy de acuerdo con diversificar la carrera docente creando otras funciones, un 50,6% está de acuerdo, un 19,5% en desacuerdo y un 3,5% muy en desacuerdo[11].

- Ocupación adicional. El 48% de docentes entrevistados admite que tiene una ocupación adicional y el 50% afirma que el sueldo que recibe sirve para sus gastos personales y sólo contribuye al presupuesto familiar[12].

11.3. Realizar campañas de revaloración social de la profesión docente, basadas en el reconocimiento de sus buenas prácticas

Carrera sin prestigio.


Según encuesta de Apoyo del año 1997[13], los jóvenes limeños de nivel socioeconómico B (medio alto), C (medio bajo) y D (bajo) señalaron a la carrera de Educación como la menos prestigiosa. Sólo en el nivel socioeconómico A (Alto) señaló a la carrera de secretariado como la de menor prestigio. Sólo un 5% de docentes tiene estudios de postgrado. Sólo el 62% de los docentes ejerce su carrera, mientras que el 20% realiza una actividad diferente y el 15% se encuentra desocupado por voluntad propia, fuera de la PEA[14].

Concepción tradicional de la docencia.

La idea del maestro “dictador” de contenidos está muy enraizada en la cultura peruana. Así se refiere Macedo (UNESCO/OREALC/Chile)[15] a lo que un autor llama “formación docente ambientalista”. Esto se puede observar en el juego de los niños: cuando ellos juegan a ser maestros, siempre uno se pone delante y los demás enfrente y hacen como que escriben en un pizarrón. Esto supone la existencia de una determinada concepción sobre el aprendizaje y la enseñanza[16].

[1] Prólogo de Anteproyecto de Ley de Carrera Pública Magisterial, MED, 2005.
[2] Nueva docencia en el Perú, MED, 2003.
[3] Datos en Nueva docencia en el Perú, MED, 2003. Muestra de 200 docentes.
[4] La carrera del maestro en el Perú. Factores institucionales, incentivos económicos y desempeño, Grade, (2000)
[5] DIAZ, H. y SAAVEDRA, J. La carrera de maestro: Factores institucionales, incentivos económicos y desempeño. Documento de trabajo de la Red de Centros del BID. 2000.
[6] CHIROQUE, Sigfredo. Nuevos aumentos a los maestros. IPP, 2004.
[7] Boletín Educación y Cambio IPP.
[8] ALCAZAR, Lorena, POLLAROLO, Pierina Alternativas para mejorar el sistema de bonificaciones a plazas docentes de zonas rurales y otras condiciones especiales. MECEP, MED, 2001. Muestra 1385 encuestados.
[9] Ídem.
[10] Unidad de Estadística Educativa del MED,
[11] Nueva Formación Docente en el Perú, MED, 2003. UNESCO-MED (Muestra 2000 docentes de Ayacucho, Cusco, Junín, La Libertad, Lima, Loreto y San Martín)
[12] Instituto de Pedagogía Popular, 2003, mención a encuesta de 1993, muestra de 400 docentes.
[13] Jóvenes entre 15 y 24 años de todos los niveles socioeconómicos de Lima Metropolitana.
[14] ALCAZAR, Lorena POLLAROLO, Pierina Alternativas para mejorar el sistema de bonificaciones a plazas docentes de zonas rurales y otras condiciones especiales. MECEP, MED, 2001. Muestra 1385 encuestados.
[15] II Seminario Internacional de Innovaciones Educativas realizado en la ciudad de Buenos Aires del 24 al 26 de junio de 1998.
[16] Ídem.