25.10.06

(26) Participación de municipios

Censos en los municipios.

El INEI ha creado para los municipios el programa RENAMU, una fuente estadística para las municipalidades provinciales, distritales y de centros poblados, orientado a la recopilación de datos sobre infraestructura social y económica. Existen también, censos o encuestas temáticas realizadas por instituciones específicas que dan cuenta de la situación de su población objetivo. Por ejemplo, la encuesta de hogares sobre discapacidad en Lima Metropolitana. Sin embargo, pese a su valor como fuente de información para generar políticas locales, no es una práctica municipal realizar o considerar este tipo de levantamiento de datos[1].

Débil articulación interinstitucional.

Existe una débil articulación entre las municipalidades y los organismos gubernamentales que aportan a su gestión, el INC[2] en relación al patrimonio, otras entidades que realizan gestión cultural, actividades sobre infraestructura o promoción del empleo juvenil, como el CONAJU[3]. Los municipios no perfilan sus demandas a estos organismos ni cuentan con mecanismos para que la información llegue a la comunidad y se pueda ampliar sus capacidades de negociación con el Estado, a pesar que esta articulación está respaldada por la normatividad vigente, como la Ley 27049 o la Resolución 789 de la RENIEC.

Algunos problemas en las municipalidades para construir ciudadanía.

En el país existen 194 municipalidades provinciales, 1.635 municipalidades distritales y 1.871 municipalidades de Centro Poblado Menor. Algunas cifras revelan el estado de esta situación en el tema ambiental, educativo y de profesionalización de la labor edil:

- El 99% de los municipios vierte los desechos líquidos y los desechos sólidos al ambiente sin recibir ningún tratamiento previo y, por cierto, sin que se tomen las medidas adecuadas[4].
- Unas 633 bibliotecas municipales brindan servicio de lectura al público.
- El 26% de los trabajadores municipales tiene conocimientos de informática.
- El 20% de las municipalidades no tiene equipo de cómputo. Menos del 12% de las municipalidades dispone de red local. Sólo el 10% de las municipalidades tiene acceso a Internet[5].

Plan de desarrollo concertado.

Según un estudio basado en una muestra de 132 municipalidades provinciales y 183 municipalidades distritales, se concluye que recién a partir del periodo 2003-2004 es que por lo menos un 65% de municipalidades ha comenzado a adecuar su gestión al Plan de Desarrollo Concertado. De ellos, el 80% cuenta con participación de organizaciones de la sociedad civil. Además, el 70% de los gobiernos locales no está promoviendo la existencia de comités de vigilancia y el 70% no rinde cuentas a través de algún medio[6].

La iglesia está presente.

Los municipios han quedado de lado cuando se trata de convocar la participación de los ciudadanos en la vida comunal y vecinal en sus diferentes manifestaciones. Este lugar lo ocupan las organizaciones religiosas, que parecen tener una presencia más significativa en la comunidad. Un 61,1% de entrevistados en informe de la PNUD conoce de actividades realizadas por la iglesia. Continúan en el orden de presencia comunal, los clubes social deportivos, las asociaciones de padres, las asociaciones vecinales y los comités políticos[7].

Más allá del palacio municipal.

Experiencias como la de los fondos concursables y las mesas temáticas de trabajo y de concertación impulsadas ya por algunas municipalidades del país, con apoyo de ONG, confirman que una mayor participación de la población en la administración de fondos y en la toma directa de decisiones es posible. Esto puede convertirse en política y generar una descentralización efectiva que puede incluso alcanzar el nivel barrial, en donde por años organizaciones de mujeres y pobladores han demostrado su tenaz lucha por organizar los recursos de la ciudad. Las municipalidades pueden implementar mecanismos más eficientes y democráticos de gestión local sobre la base de organizaciones existentes, cumpliendo un rol facilitador y menos corporativo sobre el destino de la ciudad[8].

Sin áreas verdes.

En otros países, las ciclovías pueden tener más de 3 m de ancho, pero aquí no llegan a tener un metro. De otro lado, las áreas verdes son cada vez más pequeñas y más grises. Caminar es una prioridad en muchos países y existen largos recorridos para peatones en muchas ciudades, pero en este país la prioridad son los vehículos motorizados. Ver el paisaje debería ser también prioridad de muchos municipios, y no darle la espalda al mar o al río como aquí se hace, o darla en concesión a privados que no permiten siquiera el acceso visual al entorno[9].

Apoyo municipal a la educación.

La Red de Municipios Rurales del Perú (REMURPE), durante los tres últimos años ha acumulado experiencias de gestión exitosas en el tema de la educación y salud rural, desarrollados en municipios rurales asociados de Puno, Cusco, Apurímac, Ayacucho, Huanuco, Ancash, Piura y Cajamarca, entre otras regiones, implementando acciones y estrategias para mejorar la calidad y la cobertura en las poblaciones excluidas[10].

¿Qué implica municipalizar la educación?

Según INIDEN, no todos los municipios estarían en capacidad de asumir la administración de las escuelas en el corto e incluso en el mediano plazo. Se necesitaría crear la infraestructura técnica y profesional básica pero también buscar soluciones a los problemas que ha presentado la municipalización en otros países. El más importante se asocia al aumento de las desigualdades. La experiencia chilena, analizada por los estudiantes de la escuela secundaria, es ilustrativa: si bien la inversión educativa aumentó, no se crearon mecanismos eficientes que aseguren que los recursos lleguen a las escuelas. Además, los presupuestos de los municipios más pobres son tan exiguos, que lo destinado a educación termina invirtiéndose en otra urgencia. Son los municipios más ricos los que pueden pagar mejor a su profesorado y complementar con otros recursos el presupuesto para bienes y servicios asignado por el gobierno central. Situación similar se presenta en Brasil y en otros sistemas que han municipalizado la educación[11].

[1] Datos extraídos de la página web del INEI.
[2] Un caso interesante es la Escuela Taller de Lima (del INC, AECI y Municipalidad de Lima), que imparte instrucción a jóvenes de escasos recursos económicos, para brindarles formación gratuita, como técnicos en restauración de monumentos históricos de Lima.
[3] La Comisión Nacional de la Juventud (CONAJU) tiene previsto implementar en los próximos años un Programa Nacional de Voluntariado Juvenil (PNVJ).
[4] Extracto de ponencia de Antonio Brack Egg en el Primer Seminario Internacional sobre Medio Ambiente Problemática Local y Soluciones británicas.
[5] Estadísticas de la Gestión Municipal 2001-2002. INEI-RENAMU-OTED. Lima, 2004.
[6] José Requena Mendizábal. Identificación de Debilidades, Fortalezas en la Gestión de Programas Sociales y Alimentarios de 132 Municipalidades Provinciales y una muestra de 183 Municipalidades Provinciales. MIMDES. Lima, 2004.
[7] Informe La democracia en el Perú, PNUD, 2006.
[8] Pronunciamiento de la Sociedad de Urbanistas del Perú por el 56 aniversario del Día Mundial del Urbanismo, 8-11-2005
[9] Idem.
[10] Tomado de http://www.remurpe.org.pe/
[11] Informe INIDEN sobre el discurso presidencial del presidente Alan García, sobre el tema educativo.