25.10.06

(6) Estándares nacionales de aprendizaje

6.1 Para establecer de manera concertada estándares nacionales de aprendizaje, ¿de dónde partimos?

Avances logrados con las pruebas.

Luego de casi diez años de hacer mediciones nacionales de rendimiento escolar, hemos aprendido cómo deben hacerse las pruebas. Pasamos de las pruebas por normas (CRECER 1996, LLECE Y CRECER 1998) a evaluaciones basadas en criterios (PISA 2000 y EN 2001). Contamos además no solo con un equipo calificado en el Ministerio de Educación, sino también con un conjunto creciente de profesionales con capacidad de analizar sus resultados y generar conocimiento para tomar mejores decisiones sobre los procesos de aprendizaje y las políticas educativas. También hemos avanzado en ampliar consensos respecto a su potencial como herramienta para el mejoramiento educativo. Es prometedora en ese sentido la experiencia reciente de devolución de resultados a escuelas y redes de la EN 2004. Pero hemos aprendido también que no basta hacer pruebas y publicarlas para alimentar un proceso de mejora continua de la educación. Los resultados no llegan a ser conocidos por los padres de familia, ni por los profesores, ni por los alumnos, y en consecuencia su efecto a nivel de sistema es nulo. Tampoco el Ministerio ha definido políticas que tengan como punto de partida los resultados de las pruebas[1].

Estándares internacionales.

Los resultados de PISA 2001 confirman lo encontrado en la prueba ‘Primer Estudio Regional Comparativo’ del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE): el sistema educativo peruano está en un nivel por debajo de otros países latinoamericanos. El Perú tiene por debajo del nivel uno (jóvenes que no muestran competencia alguna) una proporción que es cinco veces mayor que la del promedio de la OCDE, y más del doble de la de los países latinoamericanos que participaron en la evaluación internacional; y si observamos los niveles más altos (juntando los niveles 4 y 5), tenemos tres veces menos alumnos competentes que Brasil, nueve veces menos que Argentina, y treinta veces menos que el promedio de la OCDE[2].

Hasta dónde han evaluado.

Ante la ausencia de una articulación y validación de estándares nacionales, sólo se ha logrado evaluar hasta ahora las áreas de Comunicación y Matemática y el eje curricular de Formación Ciudadana[3], ámbitos donde los niveles de logro siguen revelándose muy bajos. Si bien es cierto el currículo muestra los logros que deben alcanzarse, en la práctica las instituciones educativas y los docentes trabajan con niveles de logro implícitos, siendo que ni los alumnos saben qué se espera de ellos. En consecuencia, los resultados del sistema responden a una suma de circunstancias más que al esfuerzo deliberado del conjunto para alcanzar metas comunes.

6.2 Para ampliar, mejorar e institucionalizar las evaluaciones nacionales de rendimiento escolar y aprendizajes, ¿de dónde estamos partiendo?

Evaluaciones Nacionales.

Gracias a las Evaluaciones Nacionales (EN) se conocen un poco más las causas por las cuáles algunos alumnos tienen mejores resultados que otros: se dieron 4 Evaluaciones Nacionales en 1996, 1998, 2001 y 2004, elaboradas por la Unidad de Medición de Calidad Educativa (UMC) del Ministerio de Educación[4].
Impacto de las evaluaciones. Luego de cuatro evaluaciones nacionales, la utilización de sus resultados para introducir mejoras es casi imperceptible. Hubiese sido conveniente que estos resultados se utilicen para mejorar los criterios y estrategias de capacitación docente, para propiciar una amplia reflexión y consulta a los maestros sobre la pertinencia de los enfoques y prácticas de los diseños curriculares y de la evaluación del alumnos que se utilizan en la educación primaria y secundaria, y para contrastar las bondades y limitaciones de las políticas de adquisición de textos y otros materiales[5]. Sin embargo el MED no ha generado políticas de mejoramiento basadas en los resultados de las pruebas, siendo a la vez su difusión muy limitada. Hace falta complementar las mediciones del rendimiento escolar con estudios más profundos sobre el impacto de la capacitación docente, el uso de los materiales, para poder extraer conclusiones que sirvan para tomar decisiones.

Algunos resultados de las evaluaciones nacionales.

Los resultados de la Evaluación Nacional del Rendimiento Estudiantil 2004[6] en las áreas de Matemática y Comunicación de segundo y sexto de primaria y tercero y quinto de secundaria nos muestra que la mayoría de los estudiantes de los grados evaluados no ha logrado desarrollar las capacidades requeridas para estas áreas:

- Más del 90% de los estudiantes de segundo y sexto grado de primaria no ha logrado un desarrollo óptimo de capacidades matemáticas elementales, base para cons­truir nuevos aprendizajes.

- El 85% y el 88% de los estudiantes de segundo y sexto grado de primaria respectivamente, muestran evidencias de no haber desarrollado las habilidades básicas para poder leer de manera comprensiva ni cuenta las herramientas necesarias para continuar su proceso de alfabetización.

- El 94% y 97,1% de los estudiantes de tercero y quinto de secundaria respectivamente, muestran limitaciones para reflexionar, realizar inferencias y para comprender y resolver las situaciones de contenido matemático elemental que se les presentan.

- El 84,9% y 90,2% de los estudiantes de tercer y quinto grado de secundaria respectivamente no han logrado desarrollar las habilidades lectoras relacionadas con una comprensión global, integral y crítica de diversos tipos de texto, ello implica, que los estudiantes no han desarrollado las habilidades lectoras requeridas para quienes acaban su escolaridad.

- Las instituciones situadas en las zonas rurales muestran un mayor porcentaje de estudiantes que no logran los aprendizajes esperados en ambas áreas, frente a las urbanas. El 98,5% de los estudiantes de las escuelas multigrado de nivel primario no ha logrado alcanzar los aprendizajes demandados por el currículo.

[1] FIGALLO, Flavio Dime cuánto sabes y leeré tu futuro. Consejo Nacional de Educación. Lima, 2004. (Documento inédito).
[2] FIGALLO Flavio, ob.cit.
[3] UMC-MED, Marco de Trabajo de la Evaluación Nacional 2004, febrero 2004.
[4] UMC-MED, ob.cit.
[5] Instituto de Investigación para el Desarrollo y la Defensa Nacional – INIDEN - Enero 2006
[6] IV Evaluación Nacional 2004, Unidad de Medición de la Calidad - MED